En nuestro día a día vivimos situaciones que nos cargan de emociones o sentimientos distintos, el saber manejarlos y/o controlarlos es importante para nuestra convivencia dentro de la sociedad; no obstante, el lograr expresarlos de forma adecuada es aún más necesarios, una gran parte de la población no sabe cómo exponer oralmente sus emociones, ya sea por medio o vergüenza a ser juzgado; saber exteriorizar lo que sentimientos es parte de nuestra salud mental por lo que, si sueles tener emociones o sentimientos que te son difíciles de manifestar con palabras, en el siguiente texto te brindamos algunas recomendaciones de como poder lograrlo:
Para iniciar, ¿Por qué me cuesta expresar lo que siento a los demás?
Es necesario identificar claramente por qué nos cuesta expresar lo que sentimos a los demás, ya que reconocer las razones nos permitirá trabajar en ellas y puede ayudar a comunicar mejor las emociones con mayor seguridad y autenticidad. Algunas de las razones principales son:
- Miedo al rechazo o a la crítica: Muchas personas temen expresar sus emociones por miedo a ser rechazadas, juzgadas o criticadas por los demás. Este temor puede llevar a la autocensura, ya que preferimos evitar posibles consecuencias negativas para nuestra imagen o nuestras relaciones.
- Experiencias pasadas negativas: Si en el pasado te han ridiculizado, ignorado o castigado por expresar tus sentimientos, es probable que hayas desarrollado una asociación negativa que te lleva a evitar hacerlo en el futuro.
- Baja autoestima o falta de confianza: La falta de confianza en uno mismo o la creencia de que tus opiniones o sentimientos no son válidos pueden hacer que te sientas inseguro al momento de comunicarte con los demás.
- Conflictos internos: A veces, sentirse dividido entre lo que realmente sientes y lo que crees que deberías sentir o expresar puede generar inseguridad y miedo a mostrarte tal como eres.
- Pretender sentirse bien todo el tiempo: Algunas personas reprimen sus emociones “negativas” (como la tristeza o la ira) porque creen que no deberían sentirlas, lo que dificulta aún más la expresión emocional.
- Problemas de asertividad: La dificultad para comunicar opiniones y deseos de manera clara y respetuosa también puede estar relacionada con el miedo a expresar lo que sientes.
Te dejamos las siguientes recomendaciones para poder expresar lo que sientes:
1. Empieza poco a poco. - No tienes que contarlo todo de una vez. Puedes comenzar con frases sencillas como:
“Me siento un poco abrumado/a últimamente.” “No sé cómo explicarlo, pero esto me afecta.”
2. Escribe lo que sientes. - A veces, poner tus pensamientos por escrito hace que sea más fácil organizarlos. Puedes probar con un diario o notas en tu teléfono.
3. Usa metáforas o ejemplos. - Si te cuesta encontrar las palabras exactas, puedes usar comparaciones:
“Siento como si tuviera una nube encima.” “Es como si estuviera atrapado/a en un laberinto.”
4. Practica con alguien de confianza. - Habla con alguien con quien te sientas seguro/a. Puedes empezar diciendo:
“Me cuesta expresar lo que siento, pero quiero intentarlo.”
5. Acepta tus emociones. - No te juzgues por sentirte confundido/a o por no saber cómo expresarte. Es un proceso, y está bien tomarte tu tiempo.
6. Busca ayuda profesional si lo necesitas. - Un psicólogo o terapeuta puede ayudarte a encontrar herramientas para expresar tus emociones de manera más clara y saludable.
Te invitamos a seguir el siguiente ejemplo en tu día a día:
- Al despertar en las primeras horas de la mañana: Observa cómo te sientes y anótalo brevemente, puedes usar una hoja y lápiz o incluso tu teléfono celular.
- A lo largo del día: Intenta expresar tus emociones usando metáforas o ejemplos cuando hables con alguien.
- Antes de dormir, por la noche: Reflexiona sobre cómo te comunicaste emocionalmente y qué podrías mejorar.
Practicar estos hábitos te ayudará a conectar mejor contigo mismo y con los demás, mejorando tu bienestar y la calidad de tus relaciones.
Recuerda que si aun siguiendo las recomendaciones, no sientes un cambio o un progreso favorable, lo mejor será consultar con ayuda de un profesional de la salud.
